Mientras líderes y representantes de la sociedad civil de todo el hemisferio occidental se reúnen en Los Ángeles para la Novena Cumbre de las Américas, el Comité Internacional de Rescate (̽ѡ, por sus siglas en inglés) presenta un conjunto de recomendaciones para abordar las crisis humanitarias en América Latina.

La cooperación internacional y regional y el financiamiento sostenido son necesarios para garantizar la protección de los más de 7 millones de refugiados bajo la protección de ACNUR en América Latina, desplazados internos, venezolanos desplazados en el extranjero y solicitantes de asilo. Estos grupos son solo una fracción de las personas que necesitan asistencia humanitaria en la región, quienes han sido desplazadas internamente o están tratando de restablecerse en comunidades donde los sistemas de asilo y protección están sobrecargados o no existen. Para promover una respuesta humanitaria y a las personas refugiadas integral, el ̽ѡ recomienda que:

  1. Los donantes y los estados receptores acuerden compromisos concretos sobre financiamiento, así como responsabilidad compartida y un marco para la armonización de políticas. Políticas nacionales muy específicas han creado sistemas confusos que las personas en movimiento se han visto obligadas a navegar, profundizando los riesgos de protección que enfrentan, especialmente las mujeres, los niños y las niñas, los pueblos indígenas y los miembros de la comunidad LGBTQIA+. Estos compromisos deben acordarse con aportes sólidos de la sociedad civil e incluir protección; documentación personal; acceso a la educación, el trabajo y la atención de la salud; regularización de la situación migratoria; y atender las necesidades de las poblaciones en alto riesgo.
  2. Las instituciones financieras internacionales incorporen lecciones aprendidas de iniciativas compactas financiadas y apoyadas multilateralmente en emergencias humanitarias y de protección en todo el mundo a las respuestas en América Latina. Esto es importante ya que la migración dentro, a través y hacia afuera de América Latina es de naturaleza altamente global y, como tal, requiere una respuesta global coordinada para satisfacer las necesidades de las personas que se desplazan en esta región. La comunidad internacional ha acordado iniciativas regionales en otros contextos, incluyendo el Pacto Mundial sobre Migración y el Pacto Mundial para los Refugiados, que son directamente aplicables al contexto latinoamericano.
  3. Donantes además de Estados Unidos se comprometan en el proceso de repensar el enfoque de la respuesta humanitaria en América Latina. Las instituciones y los gobiernos, como el ACNUR, los Estados Unidos y el Banco Mundial, deberían utilizar sus poderes de convocatoria para involucrar a donantes adicionales, como la Comisión Europea, Alemania, España, Suecia, el Reino Unido o Japón y aprovechar las lecciones aprendidas del Pacto de Jordania para fortalecer las respuestas en la región. Si bien Estados Unidos ha brindado un apoyo importante y vital en la región (convirtiéndose en el mayor donante) es imperativo que la respuesta general no dependa demasiado de ningún donante en específico: se necesita una respuesta internacional.

Meghan Lopez, Vicepresidenta Regional para América Latina en el Comité Internacional de Rescate (̽ѡ) dijo: 

La migración y el desplazamiento desde y en toda América Latina no es un fenómeno nuevo: nuestros países tienen una larga historia como lugares de origen, tránsito y destino. Más bien, lo que estamos viendo ahora es que la escala de las crisis humanitarias y de desplazamiento que afectan a la región no tiene precedentes. A pesar de esta historia, las herramientas actuales no están a la altura de la magnitud y complejidad del desafío, ya que los sistemas nacionales están sobrecargados y el financiamiento internacional no ha seguido el ritmo de la escala de la necesidad en la región.

A pesar de las crecientes necesidades a las que se enfrentan los latinoamericanos, así como las personas de todo el mundo que se desplazan por la región, los siete planes de respuesta humanitaria y regional de UNOCHA que existen no han contado en gran medida con fondos suficientes. Por ejemplo, en 2021, de los siete Planes de Respuesta Humanitaria y Regional, cinco recibieron menos del 50 % del financiamiento requerido, lo que afectó a personas en y originarias de Venezuela, Honduras, Haití y Colombia. Por otro lado, México, que recibió el tercer mayor número de solicitudes de asilo de cualquier país a nivel mundial el año pasado y alberga a más de 285,000 personas de interés (incluidos refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos) ni siquiera tiene un HRP activo.

La comunidad internacional en general ha fallado en gran medida en responder a las crisis en América Latina de manera integral y holística, dejando la responsabilidad en manos de los países receptores. Estas comunidades han asumido la respuesta a pesar de enfrentar desafíos preexistentes y recibir un apoyo insuficiente de un pequeño grupo de países donantes (principalmente de Estados Unidos) e instituciones. En los meses posteriores a la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, hacemos un llamado a los líderes mundiales que participan en ella para trabajar juntos, desarrollar una respuesta regional armonizada y brindar soluciones duraderas a las crisis humanitarias que están afectando a millones de personas en y originarias de Venezuela, el Norte de Centroamérica, Haití o México.

Diversos factores, desde los conflictos hasta la inestabilidad económica, el cambio climático y los efectos del COVID-19, continúan siendo los principales factores que impulsan el creciente desplazamiento y la migración mixtos y progresivos en toda América Latina. El ̽ѡ publicó un informe de políticas que incorpora el contexto sobre la financiación de las crisis actuales, así como el papel que desempeñan los países anfitriones, el estado de las herramientas existentes, así como recomendaciones para fomentar la cooperación y el financiamiento internacional y regional para una respuesta humanitaria y de personas refugiadas integral.

Descarga el informe de políticas (en inglés): 

Una respuesta fracturada: recomendaciones de políticas para fortalecer la colaboración regional sobre migración en las Américas

El ̽ѡ en América Latina

El ̽ѡ está respondiendo a través del arco de la crisis en América Latina: brindando una respuesta basada en la población para la crisis de Venezuela en Colombia, Ecuador y Perú y a través de socios locales en Venezuela; apoyando a personas en riesgo en el norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) y en los principales corredores migratorios de México, desde la frontera sur hasta la frontera norte.

La programación actual del ̽ѡ contempla: protección y empoderamiento de las mujeres, incluida la prevención y protección de mujeres, niñas y miembros de la comunidad LGBTQ+ que han sido sobrevivientes de violencia de género; recuperación y desarrollo económicos; salud primaria, sexual y reproductiva; salud mental y apoyo psicosocial; orientación cultural; y acceso a información crítica a través de InfoPa’lante en Colombia, CuéntaNos en el norte de Centroamérica e InfoDigna en México, todas instancias parte del proyecto Global Signpost.

Adicionalmente, luego del terremoto que sacudió Haití en agosto de 2021, el ̽ѡ entregó fondos para apoyar el trabajo de FOSREF, FADHRIS y Kay Fanm, organizaciones locales que están implementando actividades para cubrir necesidades prioritarias.