Una vez concluida la X Cumbre de Líderes de América del Norte, que tuvo lugar en Ciudad de México durante el 9 y 10 de enero, el Comité Internacional de Rescate (̽ѡ, por sus siglas en inglés) continúa haciendo un llamado a la colaboración regional sostenida para abordar las crisis humanitarias y de desplazamiento en América Latina.

Julio Rank Wright, Vicepresidente Regional para América Latina en el Comité Internacional de Rescate (̽ѡ, por sus siglas en inglés) comentó:

La Cumbre de Líderes de América del Norte fue un foro importante para fomentar la colaboración necesaria para abordar la violencia crónica, el cambio climático y la crisis económica, tres impulsores de las necesidades humanitarias en las Américas. Alentamos a los líderes de Canadá, Estados Unidos y México a continuar construyendo sobre los compromisos asumidos en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección y promover políticas para garantizar la protección de las personas, ya sea en sus países de origen o en los lugares que consideren seguros.

El ̽ѡ desarrolló un conjunto de recomendaciones para abordar los riesgos humanitarios que afectan a millones de personas en América Latina, que a menudo dejan a muchas sin otra alternativa que huir de sus hogares en busca de seguridad. Entre estas recomendaciones, incluimos la necesidad de que los donantes y los estados anfitriones (un papel que México ha jugado históricamente) lleguen a compromisos concretos sobre el financiamiento humanitario, así como la responsabilidad compartida y un marco para la armonización de las políticas humanitarias y migratorias en el hemisferio occidental. 

Satisfacer las necesidades de recursos requiere que instituciones y gobiernos como el ACNUR, los Estados Unidos y el Banco Mundial utilicen sus poderes de convocatoria para involucrar a donantes adicionales, incluida la Comisión Europea y los gobiernos del G20, para repensar el enfoque de una respuesta humanitaria en América Latina. Al mismo tiempo, esta respuesta debe incorporar las lecciones aprendidas de iniciativas de pactos financiadas y apoyadas multilateralmente en emergencias humanitarias y de protección en otras regiones. El desplazamiento dentro, a través y fuera de América Latina es de naturaleza altamente global y, como tal, requiere una coordinación global para satisfacer las necesidades de las personas que se desplazan en esta región.

Si bien es esencial abordar las causas raíz de la migración y fortalecer los sistemas de protección y asilo en toda América Latina, también es importante reconocer que muchos aún no pueden encontrar seguridad dentro de la región. Recientemente, el ̽ѡ recibió con beneplácito el anuncio de rutas migratorias para personas de Cuba, Haití y Nicaragua, además de las medidas previamente anunciadas para los venezolanos, pero seguimos preocupados por la expansión del Título 42, que seguirá enviando a las personas al peligro en México. Las medidas temporales de permisos humanitarios no pueden ser un sustituto de los sistemas de asilo. Facilitar el derecho de las personas a recibir protección internacional en lugares adecuados a sus necesidades debe ser una prioridad. Como tal, seguimos pidiendo un sistema de asilo y recepción que cuente con los recursos adecuados y que funcione en la frontera sur de los Estados Unidos y el fin de las políticas de externalización fronteriza que continúan poniendo en riesgo a las personas solicitantes de asilo.

Las recomendaciones del ̽ѡ para una respuesta humanitaria robusta y holística en América Latina están disponibles (en inglés) en el siguiente enlace: 

Una respuesta fracturada: recomendaciones de políticas para fortalecer la colaboración regional sobre migración en las Américas